domingo. 28.04.2024

Un agente de la Guardia Civil solicitó que se le devolviera el dinero "al no estar conforme" con los servicios prestados por una chica del club de alterne, New Borgia, utilizando su placa para exigir dicha devolución. El coronel de la comandancia cerró el asunto sin sanción alguna para el agente en cuestión.

El episodio tuvo lugar el pasado otoño cuando varios agentes de la Guardia Civil acudieron al local en Heras, una práctica habitual que se repitió en varias ocasiones. En la entrada, tuvo lugar una discusión entre un agente y el portero del local y, para evitarlo, uno de ellos procedió al abono de las entradas.

Tras regresar de la habitación donde estuvo con una de las chicas, el agente en cuestión habló con uno de los responsables del local y, tras identificarse como guardia civil, reclamó que se le devolvieran los 50 euros "porque no estaba conforme con los servicios prestados". Los empleados del club accedieron a devolverle el importe.

La investigación por estos hechos se abrió en diciembre de 2022. Según figura en la documentación de la investigación interna, una de las mujeres que estaban aquella noche en el club, declaró haber visto cómo entraban "5 o 6 personas que se dirigieron a la barra". La mujer se acercó a uno de ellos "para entablar conversación" y el hombre, tras sacar su cartera y su tarjeta de identificación, le respondió: "No quiero saber nada de putas, soy guardia civil". 

Fuentes de la Guardia Civil señalan que de estos incidentes se suele informar a la Delegación del Gobierno, y al Mando de Operaciones en Madrid, dado que la comandancia de Cantabria depende directamente de este órgano, que es el que puede abrir expedientes disciplinarios por falta grave. Se abrió expediente a dos de los agentes, pero no aquellos que habrían cometido las faltas más graves, como el que se subió con la mujer a la habitación.

Un guardia civil utilizó su placa para no pagar en un club de alterne y se va sin sanción
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