lunes. 29.04.2024

En caló si peru en cántabru nu ¿Y cúmu es esu pusibli?

Lo triste para el cántabru de estos acontecimientos es que una vez más nuestra lengua volverá de nuevo a no estar representada en estas instancias

Una de las consecuencias más destacables y reseñables (porque hubo varias) tras la celebración de las pasadas elecciones generales del pasado 23 de Julio de 2023 ha sido y fue (apenas transcurrido un mes), la petición formal por parte de la Junts per Catalunya de Carles Puigdemont para conseguir la investidura de Pedro Sánchez, de pedir la oficialidad del catalán en la Unión Europea (otra cosa es que esta se lo conceda), advirtiendo éste al PSOE de que necesitaban “hechos comprobables antes de comprometer los votos”. Petición y circunstancia que finalmente se cerró favorablemente, no ya solo para y a favor del catalán, sino también para el euskera y el gallego, además de luego incluir la también “revisión” del valenciano a petición del Partido Popular en este territorio tras la polémica surgida de si el valenciano es o no catalán.

Tras el acuerdo cerrado con los socialistas otros partidos políticos integrados en la Plataforma Sumar pidieron igualmente que sus respectivas “marcas territoriales” también pudieran hacer uso de sus lenguas locales y territoriales. Y así fue como, por ejemplo, Jorge Pueyo (candidato número uno de la lista de la Chunta Aragonesista y Sumar por Aragón en las Elecciones generales del 23 de Julio), prometió hace varias semanas el cargo como parlamentario en su lengua: “Per Aragón, es suyos dreitos y llibertaz, paisaches y ríos y la clase treballadora” (Por Aragón, sus derechos y libertad, paisaje y ríos y la clase trabajadora).

Ya hubo una oportunidad inmejorable para que esta situación de invisibilidad de una lengua no se siguiera produciendo

También tenemos el caso del diputado aranés, Amador Marqués Atés (el primer diputado aranés de la historia al Congreso español por Unitat d’Aran-Partit dels Socialistes de Catalunya), o por ejemplo, la síndica del Conselh Generau d’Aran, Maria Vergés Pérez, que han pedido formalmente que el aranés (idioma cooficial en Cataluña) pueda ser usado sin trabas en el Congreso. Cosa que finalmente sucederá al haber sido incluida esta consideración en la reforma exprés con la que el PSOE y sus socios pretenden introducir las lenguas cooficiales en el día a día de la Cámara Baja.

Y es que el debate de investidura y la votación en la Cámara Baja han sido convocados para los próximos días 26 y 27 de Septiembre. Por ello y si el líder popular no consigue los apoyos necesarios en ninguno de los dos intentos de los que dispone, el rey tendrá otros dos meses para explorar qué posibilidades tiene el PSOE de Pedro Sánchez de ser presidente del Gobierno. Si el socialista tampoco consiguiera ser investido, habría entonces nuevas elecciones generales para el próximo 14 de Enero de 2024.

Y todo porque la proposición de reforma del reglamento del Congreso (firmada por PSOE junto a Sumar, ERC, Bildu, PNV y BNG, pero sin Junts, que pese a ello votará a favor del texto) establece el derecho de los diputados a usar cualquiera de las lenguas cooficiales en todos los ámbitos de actividad del Congreso.

Por otro lado agrupaciones como Iniciativa pol Asturianu, trabajan desde hace tiempo para que el asturiano tenga también su hueco en el Congreso a través de Adriana Lastra (miembro del Congreso de los Diputados de España desde 2016 por el PSOE) o Rafael Cofiño Fernández (miembro del Congreso de los Diputados por Sumar Asturias), ambos diputados por Asturias.

Para esta misión (y otras) la recientemente nombrada presidenta del Congreso Francina Armengol (ex presidenta balear que sustituye a Meritxell Batet), y secretaria general del Partido Socialista de las Islas Baleares desde 2012, será la encargada de controlar la Cámara Baja, y al tiempo, velar porque también las lenguas minoritarias puedan tener su espacio y su gloria en el hemiciclo general de la representación institucional.

Quizá en un futuro muy cercano otros partidos de talante más cantabrista y cantabriego, soberanista y popular, sí que puedan recoger ese anhelo

Lo triste para el cántabru de estos acontecimientos es que una vez más nuestra lengua volverá de nuevo a no estar representada en estas instancias, pues ningún político cántabro ha dado el paso al frente para que esta situación y realidad se pueda producir con garantías de permanencia y de conformidad.

Ya hubo una oportunidad inmejorable para que esta situación de invisibilidad de una lengua no se siguiera produciendo, pues como se sabe en la anterior legislatura el PRC consiguió en las elecciones del 10 de Noviembre de 2019 un escaño en el Congreso de los Diputados por segunda vez en su historia, y después de que el 28 de Abril de 2019 se estrenase en el Congreso de los Diputados. 

En las últimas elecciones generales del 23 de Julio de 2023 el Partido Regionalista de Cantabria podría haber mantenido holgadamente el escaño en el Congreso de los Diputados que consiguió en las elecciones del 10 de Noviembre de 2019 (y quizá haber sido fuerza definitoria ahora que las mayorías absolutas son un tanto difíciles) de haber concurrido a la cita electoral, y como bien es sabido se auguraba desde diferentes encuestas de opinión. Pero de una manera inexplicable y más que vergonzosa esta situación finalmente no se produjo, y al final la representación regionalista optó por tirar la toalla y no presentarse a esta importantísima cita electoral con las urnas y con la ciudadanía.

En la anterior legislatura nunca hizo el PRC visos de hablar cántabru en las Cámaras españolas (habiendo tenido ocasiones y oportunidades para ello), ni tampoco atisbo de que esta situación se pudiera en algún momento haber producido y realizado. No haberlo hecho ha sido un error y una felonía, un disparate y también una traición que no se entiende habida cuenta de que este partido lleva por tal la denominación de “regionalista”. Quizá en un futuro muy cercano otros partidos de talante más cantabrista y cantabriego, soberanista y popular, sí que puedan recoger ese anhelo y esa aspiración que en su momento el PRC no quiso, ni tampoco supo encabezar y asumir.

Otros territorios y lugares en donde se está despertando poco a poco la conciencia lingüística, como es el caso de León o Extremadura, sí que cuentan con cada vez más apoyo institucional y/o político para que su lengua y realidad lingüística se vea progresivamente fortalecida y robustecida. Pero “kamlé amalé” (“queridos amigos y amigas”, en rromanés: la lengua de los gitanos)”, podría llegar a ocurrir la situación de que incluso el caló (no es exactamente un dialecto del rromanó, sino que es un pogadolecto) llegase a ser una lengua institucional y oficial en el Reino España, antes de que lo fuera el mismísimo cántabru, para mayor sorpresa y asombro de los mismos calés.

Nos quieren callados, dormidos, sumisos, y sobre todo, divididos... porque saben que unidos seríamos indestructibles

Y decimos y afirmamos esto porque no son pocas las personas y los grupos de opinión (y hasta incluso instituciones) que a la hora de hablar de lenguas minoritarias en España, habitualmente nombran al rromanó (gitano), pero no al cántabru, que por contra tiene presencia y constancia en el territorio que le es propio y singular desde mucho antes de que los gitanos pusiesen por primera vez el pie en Europa (allá por el siglo XIII) provenientes del Norte del subcontinente indio y atravesando el Bósforo (estrecho que separa la parte europea, englobada durante el Imperio otomano en la provincia europea de Rumelia, de la parte asiática: Anatolia), los papas del aquel entonces asombrados les llamasen “egipcianos”. En la actualidad son más de un millón de personas repartidos por toda la Península Ibérica.

Para otra ocasión hablaremos del árabe de Ceuta y del amazige (bereber) en su variante rifeña (llamado de manera errónea, cherja), y que habitualmente habla la población de origen “musulmán” de esta ciudad autónoma.

Y es que nos quieren callados, dormidos, sumisos, y sobre todo, divididos... porque saben que unidos seríamos indestructibles y ello significaría y sería el fin de su oscuro dominio. Unámonos por lo tanto con fuerza y con verdad, determinación y ahínco por hacer del cántabru una lengua más de comunicación y de representación, de dominio y de expresión.

En caló si peru en cántabru nu ¿Y cúmu es esu pusibli?
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