domingo. 28.04.2024

Experimento cántabro en la España plurinacional

El todo (Alemania unida, por ejemplo) siempre es más fuerte que las partes (post Yugoslavia). Así que la plurinación española, o lo que fuere o como se llame, estaría perdida

Puigdemont, prófugo de la justicia, atrajo a una vicepresidenta de España. Europa, atónita, deja hacer: cuanto peor vaya todo lo español, mejor para otros. El del pelazo, entrado en kilos y con cara de mala uva, lanzó al día siguiente el órdago contra el plato de amarracos de Sánchez, que sigue pensando que son arrumacos. El expresident fugado quiere una ley de amnistía aprobada antes de negociar la investidura y un mediador para la independencia.

- ¿Unas olivas, don Carles?

 – Si se empeña…

Estamos igual que siempre o peor que nunca, veinte años a la basura

Al precio que va el aceite habrá, encima, que plantar millones de olivos en el huerto de Junts (puestos a pedir). Sánchez, que todo lo ve factible porque tira con pólvora ajena, flirtea con el estado plurinacional que tanto le gusta a la vicepresidenta aquella. Consumarlo sería borrar España, el 78, la Monarquía constitucional y alumbrar una especie de URIEx, la Unión de Repúblicas Independientes Exespañolas. Sabido es que a miembros del Gobierno les molesta la palabra ESPAÑA, por eso hablan de patria, nación, estado, territorios, autonomías y caracoles, todo con tal de sortear el nombre legítimo que aparece en la Constitución.

El todo (Alemania unida, por ejemplo) siempre es más fuerte que las partes (post Yugoslavia). Así que la plurinación española, o lo que fuere o como se llame, estaría perdida. Tardarían un tiempo en comprobar que la butifarra se pone al precio del bogavante, que papa estado no pondrá la diferencia, y que los que movían el árbol, en el caso vasco, son los que se comen las nueces, y los que ahora mandan, los mocos. Les estará bien.

Para mocos y legaña, Cantabria, que es donde quería acabar. Cantabria la plurifastidiada en el estado plurinacional. Siempre presa de malos pagadores en el modelo autonómico (imaginen si llega el pluriexperimento): suplicando la deuda de Valdecilla, las carreteras, las autovías, los trenes, los AVEs, una financiación justa, la solidaridad interterritorial y una sanidad decente que no obligue a ancianos de 90 años a pasar una consulta a cien kilómetros de su comarca. Estamos igual que siempre o peor que nunca, veinte años a la basura. En lugar de tanto plató, debimos pedir un mediador de tudancas, la independencia de Liébana, Peñarrubia y Lamasón, y que el Ebro desemboque en Langre: cántabro o de nadie (véase Torrente y Gibraltar).

Experimento cántabro en la España plurinacional
Comentarios