lunes. 29.04.2024

La tía Amnis

Es España la que rinde la cerviz, la que se equivocó, la que tomó decisiones contrarias a la libertad de unos chorbos y chorbas que se frotaron la Constitución contra la ingle

El  PSOE, primero avergonzado, con la mueca ligera de los tontorrones malévolos (es decir, de mentirijillas), después intrépido y siempre ligero (traición a su palabra cero cero) no se atrevió en un tiempo a pronunciar amnistía, por eso hablaba de la tía Amnis, que lo mismo hace un cocido revolviendo y revolcando todos los títulos y artículos de la Constitución, que reparte y recorta las alubias del FLA para quitarlas de un escenario y ponerlas en otro a fin de que apoquine el común: en cristiano, toda la basca, todos ustedes y el que pase por allí. Todos menos los que se pegaron la fiesta y contrajeron el cañón.

Con la amnistía en ciernes el Procés fue bueno; en tanto que la Carta Magna, el orden, la ley y el respeto a la libertad, la justicia y la igualdad, malos de toda maldad, falsos de toda falsedad, feos de toda fealdad

Al cierre de esta página, el Gobierno del PSOE, sus sucursales y en realidad el que manda, Puigdemont –un prófugo de la justicia-, aún no habían cerrado el acuerdo (en ello andaban) para perpetuar en la calle o dejar de perseguir a todo encausado del golpe con la receta de la tía Amnis, que resumiendo significa que el resultado del guiso, sea cual fuere, está riquísimo si es del gusto de los independentistas, y es una mierda pinchada en un palo, putrefacto hasta rabiar, indigesto hasta la flatulencia, flatulento hasta la indecencia si sabe a España y al orden legal…

Porque es España la que rinde la cerviz, la que se equivocó, la que tomó decisiones contrarias a la libertad de unos chorbos y chorbas que se frotaron la Constitución contra la ingle, la que no dialogó, la que vejó, la que humilló. Con la amnistía en ciernes (si es tal cual, si es como exigen los que quieren todavía romper la nación y no dudan porque aseguran que lo volverán a hacer) el Procés fue bueno; en tanto que la Carta Magna, el orden, la ley y el respeto a la libertad, la justicia y la igualdad –lo que, por otra parte, se le exige a todo el mundo-, malos de toda maldad, falsos de toda falsedad, feos de toda fealdad. En resumen, España se humilla y paga la cuenta.

Nunca un cambio de opinión de los socialistas, incluida gran parte de la base, y que sólo hace cuatro días defendían justo lo contrario, modificó tanto la raíz de la democracia: Constitución, justicia, libertad e igualdad. Bienvenidos al Siglo XXII.

La tía Amnis
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