El lobo quiere playa y sombrilla con denominación de origen de la Unión Europea. El cánido estaba en el chino de las altas montañas, atravesando ríos y regatos a pezuña viva, transitando laderas y pedregales como toda la vida, en busca de piezas cándidas o aquellas otras que necesitan de prospección e ingeniería natural, cuando se percató de que valle abajo hay supermercados de ‘Topamí’, una cadena de reciente creación, vasta y extensa, donde las piezas salen gratis y paga el vecino ganadero. Así que ahora el cánido implacable visita la costa de Cantabria y, entre degüello y zarpazo del bien ajeno, desenfunda la tabla de surf, se pega además unos largos y regresa para merendar. No es descartable que la UE le compre la toalla, las gafas de sol y un macuto con serigrafía, mientras el Gobierno central filosofa y la burocracia estúpida se convierte en papel mojado que micciona cada día el canis lupus.
Si lo que busca Europa es que España sea un gran parque nacional sin reses ni patatas, van de maravilla
A la costa de Ruiloba llegó el lobo, aparentemente porque considera que el topónimo le pertenece, o por lo menos a su madre. Mañana merodeará Ruilobuca y pasado mañana Lobo del Fresno si existiera. Lo cierto es que tampoco tiene que ser propietario del terreno, ya no le hace falta, porque el señorío se lo han dado a medias Estrasburgo y Bruselas. En Moncloa miran para otro lado, o para el lado equivocado: bastante tienen con otear Marruecos y acudir cuando mande su rey. Reparos aquí, remilgos allí. Raro es.
Pero volvamos a la Política Lobezno (todo para que al canis le salga gratis el pizpierno). De seguir en esta línea de ataques masivos en los pueblos, igual da que sea más arriba, más abajo o al nivel del mar, los ganaderos (que cobran los desperfectos tarde, mal y en ocasiones nunca) echarán la persiana mucho antes de lo previsto, arrasados por esta lacra sin cuartel, la competencia desleal y los márgenes abusivos de la cadena alimentaria. Sumen la agricultura y ya tienen el bingo de indecencias y la línea siniestra. Si lo que busca Europa es que España sea un gran parque nacional sin reses ni patatas, van de maravilla.