domingo. 28.04.2024

Lo mismo Juana que su hermana

Ni Yolanda ni Pilar tienen culpa de nada, porque el nivel es el de Sánchez, Patxi López y Oscar Puente: el primero miró a su tesis como las vacas al tren, no digamos a sus obras completas; el segundo, cuando no tiene argumentos, cierra el debate con un “qué más da”, y el tercero es el Statham del Congreso pero en feo.

Compareció Yolanda Díaz en televisión y confundió a Juana de Arco con Juana la Loca. Cuando vas a un programa de vacile puedes salir vacilada porque es de lo que se trata. Otra cosa es que seas ministra y se te noten las costuras intelectuales, pero qué narices, ahí está el informe PISA que deja el nivel del alumnado español por los suelos, salvo honrosas excepciones, y ahí sigue también el Gobierno sin sonrojarse llamando a la debacle “comportamiento desigual” por comunidades para que no se note la mala nota y tampoco ciertas políticas. Son los reyes del lenguaje hasta que tienen que hablar ellos mismos y entonces ponen la gramática y los conocimientos a saltar por los aires. Les gusta tirar el córner y subir a rematarlo aunque sea con la rabadilla: les encanta estar en misa y “replicando”, como dijo en un acto público recientemente la susodicha. Las campanas replican siempre el primer tañido, pero lo que hacen en realidad es repicar como en la canción de Los tres sudamericanos.

Si al presidente le escriben los libros, lógico es que sus subalternos del gabinete le den unas patadas al diccionario o a los conocimientos comunes de vez en cuando.  La portavoz del Gobierno, ministra además de Educación para más inri, señora Alegría, se puso estupenda en la crítica a la oposición y, jugando al pim pam pum, aseguró que el PP, y algunos de sus cargos más afamados, profieren “insultos y soeces”. Se puede, aunque no se debe, proferir insultos, pero jamás soeces, porque se trata de un adjetivo y no de un sustantivo. El insulto, sin embargo, puede ser soez.

Ni Yolanda ni Pilar tienen culpa de nada, porque el nivel es el de Sánchez, Patxi López y Oscar Puente: el primero miró a su tesis como las vacas al tren, no digamos a sus obras completas; el segundo, cuando no tiene argumentos, cierra el debate con un “qué más da”, y el tercero es el Statham del Congreso pero en feo. Urtasun, de Cultura, cree que 25 años son medio lustro. Todo en orden, todo al nivel de Sánchez.

Lo mismo Juana que su hermana
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