domingo. 28.04.2024

Reinosa-Potes

El actual Gobierno regional hará la Reinosa-Potes, aliviará por ende el tráfico del maltrecho Desfiladero y contribuirá, espero, a crear hacia Campoo una vía sanitaria

Ya me había resignado a ver hecha en el otro mundo la carrera Reinosa-Potes, como si fuera la escalera al cielo de Led Zeppelin o un poema de amor desesperado al asfalto en una primavera del siglo XXII. No contaba con ella tampoco en el plano onírico porque había pasado a formar parte de esas obras que engrosan la metafísica de la vida política, el metaverso o cualquier estupidez contemporánea. Desde los intentos de Hormaechea y el compromiso electoral huero de Revilla, horizonte cero. Como lo de Iker Jiménez pero en obra pública.

Desde los intentos de Hormaechea y el compromiso electoral huero de Revilla, horizonte cero. Como lo de Iker Jiménez pero en obra pública

Tengo derecho a soñar y a quejarme, después de largos decenios acariciando la vieja piel del Desfiladero con los neumáticos del desaliento. Noches de luna para serpentear a la vera del Deva o, por el contrario, diluvios universales o cascadas de punta a punta de la carretera, que es la manera que tiene la montaña de escupir a la cara la inmundicia y la indecencia de algunos hombres malos. Una vía única para entrar o salir, solos ante el peligro, un ‘garicúper’ por cada volante. Pero no se queje, desagradecido conductor, desde hace unos años hay discoteca todas las noches en pleno Desfiladero: usted se detiene cinco o diez minutos cuando lo ordene una máquina y verá las luces rojas, naranjas y verdes que iluminan las peñas, mientras decenas de pilotos del freno juegan con los semáforos al corro de la patata. Efectos especiales que para sí habrían querido Chimo Bayo en la ruta del bakalao o Travolta en su fiebre nocturna y sabatina.

En eso estaba, en recrear la poesía del cansancio y del absurdo, y maldecir la existencia de decenas de políticos defensores de la causa que después hicieron lo contrario, cuando saltó la noticia como si fuera un salmón del Deva remontando río arriba. El actual Gobierno regional hará la Reinosa-Potes, aliviará por ende el tráfico del maltrecho Desfiladero y contribuirá, espero, a crear hacia Campoo una vía sanitaria (menos de media hora) sin necesidad de bajar a Torrelavega. Buruaga pasará a la historia, al menos en Liébana; y también Roberto Media, porque no se quedaron a medias como suele ser habitual.

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