Una hostia colectiva de la progresía que dice mucho de las malas campañas, de los malos compañeros de aventuras y de la mala suerte de empezar nada en medio de una pelea
No hay mayor memo y torpe que el que hace apología de su idiotez e ignorancia o del que, cuando ve que toca aplaudir, aplaude, sin saber por qué y de qué manera